miércoles, 17 de junio de 2015

Volumen Primero: tras la leyenda de Don Quijote de la Mancha

Y el camino se cerró ante el paso de quijotes y sanchos. Tras una breve pero intensa temporada de radio, el Club Radiofónico de Lectura y Escritura Segunda Parte, ha echado el cierre. 
Concluye esta aventura en la que hemos disfrutado de las palabras radiadas de Ariana, Cristian, Isabel Palomo, Jorge, Quique,  Elena e Isabel y que permanecerán suspendidas en este espacio sonoro para que usted, cómplice escuchante y lector, pueda consultarlas cuándo y dónde quiera. 

Por ello, el final tenía un nombre, Miguel, un apellido, Cervantes, y una obra capital, 'El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha', la segunda parte que conmemoramos este 2015, secano de quijotes y con muchos sanchos picoteando aquí y allá.

El Quijote de Antonio Saura
El epílogo de esta segunda aventura llega a Barataria con un programa especial en el que los integrantes del Club menos exclusivo pero más selecto del universo literario-radiofónico, elaboran un viaje a través de palabras, música, silencio y reflexivo análisis, en el que abordamos las muchas aristas que tanto su autor como sus personajes han dejado abonadas de forma sempiterna.

Punto y final porque así lo ha querido el agradable devenir del tiempo, rodeados de siete amantes de la creatividad, de la radio, de la literatura y del buen humor, que han vuelto a convertir el Club Radiofónico en una fiesta los lunes (sí, los lunes también son fiesta) así que GRACIAS y hasta la siguiente página ó la siguiente onda. Sea así o de cualquiera de las formas...¡hasta otra!



Casi se nos pasa, ¡Escribir la radio, escuchar la literatura!

domingo, 31 de mayo de 2015

Capítulo V, del haiku sonoro como forma de expresión

H. A. I. K. U. Cinco letras que encierran lírica, sentimientos, emociones, y todo aquello capaz de entrar en este género literario japonés que ya hace un año reformulamos desde el Club.

Dos sonidos y la voz de los miembros de esta sociedad literario-radiofónica pública son los ingredientes para crear estas microformas que trascienden del papel y se integran a través de la radio, para convertirlos en alegatos sonoros tan intensos como el tumultuoso tráfico de Katmandú o la risa pura de un bebé.

"Cuando un haiku parió ilustraciones"
Los siete integrantes del Club aventuran a través de su imaginación, 9 situaciones (dos repiten) totalmente diferentes, que muestran una vez más las muchas aristas que de un mismo enunciado pueden resultar. Un tributo a otros que construyeron arte a través de pocas palabras. Las justas, las suficientes, para llegar al mismo alma de la palabra y romperla en mil fragmentos sonoros que se difuminan por el territorio hombre.

Listos para servir. Aquí tienen sus haikus. ¡Que los disfruten!

  • Haiku de Jorge

  • Haiku de Elena I

  • Haiku de Isabel 

  • Haiku de Isabel Palomo

  • Haiku de Ariana I

  • Haiku de Elena II

  • Haiku de Cristian

  • Haiku de Quique 

  • Haiku de Ariana II

martes, 12 de mayo de 2015

Capítulo IV, de cuentos infantiles adultos

Cuando un adulto se sienta delante de un niño para contarle un cuento, en el mejor de los casos, bucea en su interior para sacar a aquel pequeñp que hace unos años estaba al otro lado, escuchando con la curiosidad absoluta que su edad y su imaginación corresponden a esa etapa de la vida.

Y en esa vida que pasa, sin apenas darnos cuento de lo rápido que pasamos de estar a un lado u a otro del cuento, queremos retornar a la vida imaginada que transcurría paralelamente en nuestra imaginación. Para ello, haremos un experiemento radiofónico-literario cambiando las tornas: los adultos siguen contando los cuentos pero esta vez la voz es la de un niña/o, el que aún resiste las acometidas de la realidad y que aflora en estas microhistorias. 


El Club prosigue su caminos con estos cuentos de adultos por niños para adultos y niños. La creatividad es toda suya, el resto lo pones tú. 

  • Batalla por un sueño por Cristian (su gran debut en el Club)
  • Pupas por Ariana

  • Los mayores están tontos por Jorge


    • Candelas por Quique 


    • Mis juegos compartidos por Isabel 


    • La casa de la playa por Elena


    • Jugar SÍ, pero en la calle

    domingo, 3 de mayo de 2015

    Capítulo III, por la gracia de Cervantes

    Si cada cuatro años vamos a votar, si cada diez a renovar el carnet de conducir o renovar el DNI. Si cada 10.000 kilómetros cambiamos las ruedas, si cada año vamos al dentista, si muchos van a misa el domingo o si la mismísima obsolescencia programada nos insta a cambiar de electrodomésticos cada 8, ¿por qué no leer el Quijote al menos una vez en la vida? ¿Por qué no sumergirse en el universo cervantino y observar cara a cara el genio de un manco que escribía mejor que millones de manos útiles? ¿Por qué remover su cuerpo y no sus letras?

    Muchas preguntas y una sola respuesta: el silencio de los molinos literarios que nos alejan de una obra tan inmensa como desbordante que arroja a las páginas el verdarero español que elude mirar a la vida de cara y escapa por los cerros de Úbeda o por los gigantes de la ignorancia.


    Como aquí no cabe un Quijote ni siquiera un Sancho que nos reprenda sin miramientos y nos arroje a La Mancha para demostrarnos que nuestras miserias no son actuales y que nuestros sueños son ya caducos, seremos breves en estas exequias que acá mostramos. Lo que no es caduco y bien lo sabe el clásico, como El Quijote, es la buenaventura de ser eterno, de no permitir que el polvo atraviese la cubierta y que cuando se abra, se convierta un libro en parte de nuestro tesoro. Sin querer manchar tal herencia, extraemos del cofre algunos fragmentos para convertirlos en historias las que siguen. 
    Así nuestro homenaje (siempre escaso), que desde aquí mandamos al alma de Cervantes, por la que (aún) no han removido la tierra. 

    Va por usted, Don Miguel.



  • Por la gracia de Elena 



  • Morfeo alivia a Ariana
  •  El destino de Quique y Cervantes
  • Traficando en La Mancha con Jorge
  • El pollino ingrato de Isabel 
  • Capítulo II, del fecundo encuentro con un genio desconocido

    El arte y sus artistas. Las sinuosas personalidades que se esconden tras la palabra arte son casi tan inarbacables como la palabra de cuatro letras capaz de cambiar diametralmente nuestra vida. 
    Por ello, el acercarse, aunque solo sea sucintamente, a un "trabajador" del arte, suele ser siempre un ejercicio complejo que abordamos con la mayor humildad y delicadeza posible. 
    Presentadas las dificultades del estudio que llevaremos a cabo en esta aproximación literario-radiofónica, el siguiente paso será presentarle a usted lector que escucha y escuchante que lee, quién se esconde tras el experimento. Él es Samuel Beckett

    Puede que, pese a haber desvelado el nombre y apellido de nuestro protagonista, la incógnita sigue igual de latente ya que el de Irlanda se alimentaba, entre otras cosas, del desconocimiento propio y ajeno. 

    En esta primera pieza, S.B., se erige como rastreador de fango capaz de sublimar lo fútil y de tenernos a usted al otro lado esperando lo que sigue y yo a este, realizando una presentación de la basura como núcleo temático de un artista. Lo siguiente es un audio y su opinión.



    En este recorrido por la figura de Samuel Beckett, nos adentramos también en su versión del arte más sintética, que ostenta un récord creativo situando una obra de teatro en solo treinta y cinco fugazmente lentos segundos que convirtieron un aliento en una obra de arte tan transgresora como intensa. En una respiración, capta el alma escurridiza del arte, o al menos esa podría ser una interpretación.



    Y sabedor que su tiempo es oro y que el que espera en muchas ocasiones desespera nos lanzaremos a presentar nuestro último audio, el postrero homenaje al señor irlandés de pelo blanco que encontró en el ahogo del alma el encuentro de su literatura. Samuel Beckett.

    martes, 14 de abril de 2015

    Capítulo I, de nuevas caras y diferentes retratos

    El primer momento. Las primeras palabras. Los primeros prejuicios. Las consiguientes elucubraciones. Todo aquello que pasa cuando llegas a un lugar en el que van a pasar cosas diferentes cada lunes. Un hombre llega, saluda, se ajusta las gafas y te mira. Otra señora, sonrojada por el sol, se atusa el pelo mientras se ubica en el espacio y te ubica a ti en él. Otro que llega despistado, revisa furtivamente el libro que traes bajo el brazo y sonríe cuando descubre que os gusta el mismo autor y os engancha la misma novela. 

    En fin, que un grupo de personas desconocidas empiezan a conocerse un día cualquiera bajo un poderoso pretexto: la literatura y un vehículo mágico: la radio.

    La segunda edición del Club Radiofónico de Lectura y Escritura se yergue sobre nuevas voces excepto una ya conocida, las cuales volverán a retomar el pulso a la literatura de hoy, ayer y mañana.

    Una nueva era del Club Radiofónico (falta Elena)
    La primera toma de contacto ya está servida, rociada de talento, curiosidad y pensamientos clavados en el mismo corazón de la palabra, sin complejos, ni ambages y con unos prometedores integrantes para descubir lo que la radio puede hacer por la literatura y viceversa. 

    Por ello, es siempre un buen momento para poner voz a lo que llega para quedarse, en una experiencia que permitirá otro año más descubrir los tantos caminos que un orquestado conjunto de letras son capaces de hacer en nuestro ser.

    Y tras tan prolijo preámbulo, les servimos las primeras pinceladas de este Club 2015 que se presenta lleno de muy apetecibles contenidos siempre preparados al punto exacto de cocción.

    • Cuando Quique se cruzó con Ariana


    • Ariana describió así a Quique


    • Jorge debuta así sobre Isabel


    • Isabel elabora este perfil a primera vista de Jorge


    • Retrato capicúa de Isabel sobre Isabel


    *Además de todas estas voces, Elena también exhibirá su voz y sus letras por este espacio virtual.

    Y así volvemos con eso de...¡escribir la radio, escuchar la literatura!

    martes, 3 de junio de 2014

    Capítulo 14, de odas trascendentales comunes

    Lo elemental está siempre ahí. Parece que pendiente de cumplir su función, de captar nuestra atención para lo más primario, y tras cumplir su necesidad, desaparecer de nuestra mente.

    Por ello, cuando lo esencial nos falta, lo que creemos secundario se convierte en fundamental, la vida cobra el verdadero sentido que tiene de valorar todo en su justa medida y con la atención que todo lo que nos rodea precisa.

    Un ejemplo pueden ser las palabras que se agolpan en la mente furibundas por encontrar su posición exacta en esta carta al infinito que lanzan los frenéticos dedos contagiados del febril impacto tras percutir el teclado sin culpa ni temor. Esas palabras, normales cuando esperan su momento de apuntalar una idea, son esenciales y especialmente apreciadas cuando no se asoman por más que se las ruega. Por tanto, una oda a las palabras y a su sútil y ansiado encuentro con la mente podrían ser las hileras de letras que preceden a estas otras palabras que prosiguen la cascada infinita de caracteres que podrían aparecer.

    De odas, de lírica, de magia a través de las palabras sabía mucho el maestro Pablo Neruda. Aquél que miraba una cebolla y le salía algo tal que así:

    Cebolla, 
    luminosa redoma, 
    pétalo a pétalo
    se formó tu hermosura...

    De esa inmensa lírica que rodeaba a Neruda, se han querido contagiar (aunque solo sea un poco) los miembros del Club Radiofónico de Lectura y Escritura que han poetizado sobre el código de barras y sobre el papel, creando estas Odas Trascendentales.
     


    Las palabras comienzan a salir con cuentagotas. Del colapso han pasado al pasmo. El grifo se cierra, el papel se acaba, la tinta ya se secó.